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Ella Sheppard |
Desde aca quiero compartir mis discos, canciones o artistas favoritos de música de raíces afro... Blues, Soul, Funk, Ska, Reggae, Jazz... incluso Rock & Roll. También estamos en ivox https://ar.ivoox.com/es/podcast-tony-soulman_sq_f1875807_1.html
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Ella Sheppard |
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Antes de que el ska y el reggae fueran conocidos fuera del Caribe, hubo un personaje clave que logró seguidores internacionales tocando música jamaicana y desempeñó un papel vital en la popularización de sendos géneros en todo el mundo. Su nombre, Byron Lee, el gran protagonista de la siguiente entrada del blog de Escuchate Esto!
Byron Lee formó parte de
esa larga estirpe del mestizaje chino-jamaicano que, con sus invaluables
producciones y trabajo, aportó una inmensidad de composiciones al desarrollo de
la música jamaicana y, por extensión, en la música popular a nivel mundial. Nunca
podemos olvidar que personajes como Ivan Chin en la era del mento, Leslie Kong,
Randy Chin, Justin Yap, Charlie Moo o The Hoo Kim Brothers en Channel One
Studios, fueron algunos de los arquitectos de la cultura sonora de nuestra isla
musical favorita a los que debemos agradecer la colocación de algunas piedras
angulares del reggae en el panorama mundial. Pero esa, es una batalla que ya fue contada magníficamente por el anfitrión de Escuchate Esto! y no procede en absoluto para desviarnos del camino
con el que empezamos a contar esta otra historia.
Lee aprendió a tocar el bajo de manera autodidacta y el piano en el colegio, pero pulsó el botón de pausa cuando entró a formar parte del equipo de fútbol de St George’s College. La camiseta que usaba dicho equipo tenía un escudo con San Jorge matando al dragón. Cuando el equipo ganó varias copas en tres divisiones, los jugadores celebraban las victorias en el vestuario con cánticos que, sin quererlo, dieron lugar a la génesis de la denominación de la banda de Byron Lee. The Dragonaires comenzaron a forjar su fama como grupo en la isla tocando Mento y Calypso allá donde les dejaban.
Lee abrió una agencia de reservas y promoción de conciertos a principios de los años 60, Lee Enterprises Limited, así como su propio sello, Dragon's Breath. Trajo a Jamaica a artistas estadounidenses como The Drifters, Chuck Berry, Sam Cooke y Fats Domino y se encargó de que su banda fuera la encargada de tocar en calidad de acompañantes musicales junto a dichas estrellas. Con Lee a la cabeza y el manager Ronnie Nasralla co-produciendo y manejando los arreglos comerciales, los Dragonaires hicieron todos los movimientos correctos para despegar con éxito, algo que Lee aprovechó con la llegada del Ska. En ese instante, el que el grupo adaptó su repertorio a sabiendas de que dicho género podía convertirse en uno que proporcionara una identidad musical propia a la isla, rompiendo así el largo dominio del R&B estadounidense.
En 1962, la banda tuvo una excelente exposición internacional cuando millones de personas vieron la película 'Dr. No' de James Bond. Filmada en Kingston y alrededores, presentaba a Lee y los Dragonaires en un selecto club nocturno mientras tocaban “Jump Up”. La escena en la que aparecen es, además, doblemente interesante desde el punto de vista de la casualidad cultural, ya que entre los extras que bailan al son de la música de la banda, se encuentra un jamaiquino blanco llamado Chris Blackwell, quien formaría Island Records aproximadamente un año después de dicha aparición fílmica.
El gran año para Lee
fue 1964, momento en el que The Dragonaires tocaron en la Feria Mundial de
Nueva York respaldando a Prince Buster, Eric Morris y Peter Tosh. Fueron una
sensación en la feria y, gracias a ello, lograron dar conciertos importantes en
algunos de los mejores clubes nocturnos de Manhattan. De vuelta en Jamaica, Lee compró WIRL a Edward
Seaga y la renombró como Dynamic Sounds Recording, Inc., donde serían grabados
una inmensa mayoría de los éxitos de Reggae de principios de los 70, así como
material de artistas de la talla de Roberta Flack, Paul Simon, Johnny Nash o The Rolling Stones.
En medio de todas estas actividades musicales y comerciales, Lee mantuvo un calendario completo de presentaciones y grabaciones, editando sencillos regularmente y álbumes con una asiduidad anual. Fue eminentemente exitoso, aunque en años posteriores, incurriría en la ira editorial de algunos escritores que consideraban a su banda de baile como una versión pálida y diluida del ska, en comparación con agrupaciones como The Skatalites, The Maytals o The Wailers. Sin embargo, es innegable que Lee y su banda contribuyeron sobremanera a popularizar el ska y la música jamaicana durante los años 60. A pesar de esta supuesta naturaleza diluida atribuida, Lee y los Dragonaires mantuvieron seguidores hasta finales del siglo XX. Cuando la música dancehall comenzó a tener auge en Jamaica, Lee expresó abiertamente que no le gustaba y convirtió a los Dragonaires en una banda de soca, deleitando a las multitudes con sus nuevos temas en la celebración anual del carnaval de Jamaica.
Byron Lee continuó en
activo incluso después de cumplir 70 años en 2005, pero al año siguiente fue
diagnosticado de cáncer de vejiga y quiso hacer pública su experiencia con la
enfermedad con el objetivo de crear conciencia. Fue un tipo con un alma
enérgica, un caballero y un astuto hombre de negocios cuya fuerza motriz final
fue el poder edificante de la música, y pese a que a menudo no se le toma en
serio como músico, nadie puede negar todo lo que hizo por los ritmos caribeños.
A modo de cierre, y
no sin antes agradecer con cariño y sinceridad a Tony su deseo de incluir de
nuevo con nuestra participación en su blog, recomendamos darle una escucha a un disco de Byron Lee donde el rocksteady es el protagonista. Eso sí, no esperéis
encontrar los habituales sonidos empalagosos o romanticones de Desmond Dekker,
Alton Ellis o Tommy McCook & The Supersonics, más bien canciones con carácter
y fuerza.
Muchas gracias y
hasta la próxima.
Soulsolete
Hace 20 años emprendíamos lo que sería, hasta ese momento, el proyecto más ambicioso de nuestras vidas: producir y dirigir un largometraje. Inspirados en documentales que algunos conocidos nuestros habían realizado, nos adentramos en la aventura de contar la vida de un hombre a quien admirábamos: Ricardo Pellican. El proyecto lleva el título de una de sus canciones, “Apasionado”. Lo que jamás imaginamos es que gracias al documental y a la relación que se fue forjando entre nosotros, Ricardo se convertiría en un mentor, un maestro e incluso en una figura de padre para nosotros dos.
En enero de
2002, iniciábamos el rodaje de esta película hecha por un equipo de amigos y amigas, un proyecto hecho con mucho amor, mucha
pasión, dedicación, muchas ganas y muy poca plata. Se trató de
una experiencia de vida inolvidable e inigualable. Fueron más de 5 años, desde el
nacimiento de la idea hasta la última decisión tomada en el montaje. La
película para nosotros representa la propia experiencia de conocer a un hombre,
admirarlo y convertirnos en parte de su familia.
Hoy en día
Ivana, nuestra hija de 12 años, es alumna de Andrés, hijo de Ricardo. ¿Más
detalles mágicos? Cuando empezamos el rodaje, Ricardo tenía 46 años, la edad
que tiene Tony hoy en día.
Hoy es 13
de enero, es el cumpleaños de Ricardo Pellican y nos parecía un día ideal para subir este recuerdo como regalo para él.
Gracias Ricky y feliz cumpleaños!
Tony Vardé,
Natalia Baldrich, Ciudad de Buenos Aires, 13 de enero de 2022
El
documental lo pueden ver acá
https://www.youtube.com/watch?v=Xn_BM-0SrKQ&list=PLGSY_8gfLdfAR2V_-VEkEU3pOhLZO82Z1
Apasionado, La Vida de Ricardo Pellican (Argentina, 2005)
Dirección: Tony Vardé
Guión: Tony Vardé, Natalia Baldrich
Dirección
de Fotografía y Cámara: Sebastián Gallo
Cámaras
Adicionales: Hernán Lastra, Natalia Baldrich
Asistentes: Magalí Barbatto, Pablo Elias
Dirección
de Arte: Carolina Del Aguila
Sonido
Directo: Maximiliano Bello
Post
Producción de Sonido: Pablo Fornasati
Producción: Tony Vardé, Hernán Lastra, Natalia Baldrich
Edición: Tony Vardé, Natalia Baldrich, Sebastián Gallo
Participaron:
Carlos
Rodríguez, Carlos Inzillo, Guillermo César Vadillo, Osvaldo Gallo, Manfredo
Grüntzig, Juan Manuel González, Marcelo Vittor, Daniel González, Javier
Malosetti, Walter Malosetti, Leo y Mario
Tegli, José Luis Seró, Daniel Galán, Jorge Aguirre, Luis De La Torre, Alfredo
Desiata, Jorgelina Alemán, Andrés Pellican, Hugo Pellican, Lia Pellican,
Sabrina Pellican, Néstor Gómez, Sergio Poli, Pablo González, Juan Carlos Ortega,
Claudio Morales, Sebastián Lascaleia, Juan Antonio Rodriguez, Botafogo, Omar
Mollo, Gabriel Cesario, Chachi Zaragoza
‘Heeby
Jeebbies’ de Little Richard fue la canción que realmente me inspiró a empezar a cantar.”
Otis
Redding,
del libro "Sweet
Soul Music, Rhythm and Blues and the Southern dream of freedom” de Peter
Guralnick
“The Bright Mississippi” es uno de los tantos portales mágicos para entrar a la música de New Orleans. Este disco del pianista Allen Toussaint, editado en 2009, encaja perfectamente en esa categoría. Es blues? Es jazz? Es New Orleans!
En “The Bright
Mississippi”, Toussaint re interpreta piezas clásicas del jazz y paga tributo varios referentes que influyeron en él:
Jelly Roll Morton ("Winin' Boy Blues" a dos pianos con Brad Mehldau), Sidney Bechet ("Egyptian Fantasy"), Louis
Armstrong y King Oliver ("West End Blues"), Duke Ellington ("Day
Dream" y "Solitude"), Django Reinhardt ("Blue Drag"),
Thelonious Monk ("The Bright Mississippi") y otros. El álbum incluye también versiones de las archi tradicionales "St. James Infirmary" y
"Just A Closer Walk With Thee."
Si repasamos la vasta carrera de Allen Toussaint, llegamos a la conclusión de que el “jazz standard” no es su lugar natural, mas bien se trata de alguien que siempre navegó las aguas del Soul, el Funk, del Rhythm, & Blues, pero el lenguaje jazzero siempre estuvo en su diccionario. Al fin y al cabo, Allen Toussaint nació en New Orleans al igual que el jazz, y esa familiaridad se puede escuchar en toda su carrera. “The Bright Mississippi” (el primer disco solista de Toussaint en más de una década) es sin dudas un disco personal, donde no solo el piano, sino también la trompeta de Nicholas Payton y la guitarra de Marc Ribot son protagonistas.
Mencionamos el repertorio, las versiones, la maestría de Toussaint, pero “The Bright Mississippi” es uno de esos discos en los que el trabajo del productor (en este caso Joe Henry) es de vital importancia. Hay una cosita funky por allá, algo blusero por acá, un poco de soul mas allá, un poco de second line... y claro, mucho pero mucho jazz piano regado por todos lados. Cada track en sí mismo, y todo el disco como conjunto, nos confirman la etiqueta “Música de New Orleans” es la mas apropiada. El álbum es una verdadera lección de la música del Delta, simplemente música maravillosa cocinada por uno de los tipos que más tiene para ofrecer en su paleta estilística, un verdadero tesoro musical.
Lista de temas:
Egyptian Fantasy
Dear Old Southland
St. James Infirmary
Singin' the Blues
Winin' Boy Blues
West End Blues
Blue Drag
Just a Closer Walk with Thee
Bright Mississippi
Day Dream
Long Long Journey
Solitude
Músicos:
Allen Toussaint: piano, vocals
Don Byron: clarinet
Nicholas Payton: trumpet
Marc Ribot: acoustic guitar
David Piltch: bass
Jay Bellerose: drums and percussion
Brad Mehldau: piano
Joshua Redman: tenor saxophone.
2009 | Nonesuch
Records
Fuentes:
BBC; Allaboutjazz
“No se soy
merecedor de un libro, pero si voy a hacer uno, tiene que ser positivo” dice
Eddie Floyd, quien aprendió
música en el “Alabama's Mount Meigs Juvenile Correctional Center”. La noticia con
Eddie Floyd es que no tiene un origen como cantante de Iglesia, como si lo
tienen el 99% de los y las cantantes de soul. “El coro de Mount Meigs tenía un
buen componente gospel” aclara– pero también de música clásica y de jazz”.
Además del coro, lo que escuchaba durante su infancia en Detroit, eran las
grandes bandas de Jazz, como las de Count Basie o Duke Ellington, a las cuales
tuvo la posibilidad de ver en vivo en algunas ocasiones.
“Empecé en Detroit, Michigan, a los 13 años. Quería estar en un grupo doo-wop en aquel tiempo, entonces formé The Falcons a los 16 años. Escribí algunas baladas para ese grupo, aunque no fueron justamente los hits.”. Esos hits a los que Eddie hace referencia fueron dos: "You're So Fine" (1959) y "I Found a Love" (1962) con un joven Wilson Pickett en el grupo. Escuchen el falsette de Eddie Floyd en "Oh Baby"!
Luego Eddie Floyd conoció a Al Bell y eso fue un punto de inflexión en su vida. “Con Al nos llevamos muy bien, escribimos algunas canciones juntos para Carla Thomas y luego… Memphis”. Allí Eddie conoció Stax Records, comenzó a escribir con Steve Cropper y a grabar a dúo con Carla Thomas: "Stop! Look at What You're Doing" y "Comfort Me." Con Cropper y Booker T. Jones hicieron "I've Never Found a Girl" y luego "California Girl".
Hasta que llegó “Knock on Wood”, la
canción (o debemos decir himno?) que lo cambiaría todo. “En Stax todos
contribuían en cada canción. Steve y yo trajimos "Knock On
Wood" como un demo para Otis Redding, se la mostramos a los MGs, Donald Duck Dunn tocó esta línea de bajo sin que nadie le dijera qué hacer. Yo diría que no hubiera sido un hit a menos
que Al Jackson sugiriera poner ese corte en ese momento particular de la
canción (Por Dios! La humildad de este tipo, se dan cuenta?!). Al dijo 'un
momento, dejenme poner estos golpes!' 'I better knock,' boom boom boom boom. Stop. 'On
woooood.' Vuelta al beat. Recuerdo a Isaac Hayes con
su idea del puente. Y nunca habíamos escuchado un Puente como ese antes!.” Pero la canción no parecía material para Otis, así Cropper y Eddie convencieron a Jim Stewart, el presidente del sello, para que ese demo fuera lanzado como simple, naturalmente con la voz de Eddie Floyd como cantante principal.
Otro punto importante de su carrera,
años más tarde, son Los Blues Brothers. “Pasé mucho tiempo en la ruta con The
Blues Brothers. Una vez estaban en Canadá haciendo un homenaje a Stax, me
invitaron y terminé trabajando con ellos durante 22 años!”. El tramo de su carrera junto a los Blues Brothers incluyó una participación en la película Blues Brothers 2000 junto a Wilson Pickett y al guitarrista Jonny Lang haciendo el tema compuesto por Eddie y Cropper: 634-5789.
Hoy a los 83, Eddie Floyd parece no detenerse ni un poco. En 2008 editó el disco “Eddie Loves you so” para Stax, sigue como miembro activo de la Stax Music Academy, buscando mantener vivo el legado del sello en las nuevas generaciones de músicos. Además asiste a todo homenaje al Soul que se realice, como el organizó Booker T. Jones en la Casa Blanca en 2013.
“Nunca voy a abandonar la música –dice Eddie Floyd. Te lo digo de esta forma, como le digo a todo el mundo: Voy a rockear hasta el final.”
Fuente:
https://m.memphisflyer.com/memphis/knock-on-wood/Content?oid=23561958