La música negra, más específicamente el blues, está llena de historias o leyendas que a más de uno le helaría la sangre. Violencia, venganza, asesinatos, y todo tipo de tragedias. Pero si hay un personaje envuelto en un halo misterioso y demoníaco, ese es Robert Johnson. Hay una larga lista de sucesos que alimenta su leyenda: su pacto con el demonio, la imprecisión sobre el año de su nacimiento, sus dos únicas fotos conocidas, las dudosas causas de su muerte, su categoría de fundador de “El Club de los 27”, entre otras. Dudo que sea mucho lo que podamos aportar desde Escuchate Esto! a la historia de Robert Johnson. Simplemente compilamos algunas lecturas y documentales que hemos pescado por ahí, y lo usamos como excusa para ofrecerles los célebres 29 temas que grabó en 1936 y 1937. Los invitamos a conocer al músico detrás de la leyenda.
La fecha de su nacimiento no es muy precisa: 8 de mayo de 1911 es la oficial, aunque algunos aseguran que fue en 1912. Junto a sus 9 hermanos vivió algún tiempo con su madre, algún tiempo con su padre y finalmente Robert Johnson fijó residencia en Tunica, Mississippi. Allí se convirtió en una pequeña celebridad local por sus habilidades con la armónica y la Jew’s harp. A los 18 años ya se había casado y enviudado. En 1929, conoció a Son House, quien se convirtió en su ídolo. Johnson se mudó a Hazlehurst en 1930, se volvió a casar y comenzó a viajar hacia ambos lados del Delta tocando en donde pudiera.
Son House: ídolo |
Robert Johnson quería ser el mejor músico de blues. Para eso, llegó al cruce de las rutas 69 y 41 en Clarksdale, Mississippi, se encontró con el Diablo a quien le vendió su alma a cambio de que este lo convirtiera en el bluesman mas grande de todos. El año estimado es 1930. Esa es sintéticamente la leyenda de su pacto con el demonio y fue la inspiración de muchas de sus canciones, como “Crossroad Blues”, “Me & the Devil”, “If I had possession over judgment day”, y otras. Se trata de una leyenda que él mismo alimentó desde sus letras y el halo misterioso que creo a su alrededor.
En 1936 audicionó para H.C.Speir, un cazatalentos de Jackson, Mississippi, quien lo contactó con Ernie Oertle y le dio la posibilidad de grabar. En 1936 y 1937 Robert Johnson grabó 29 canciones, con algunas retomas, en el estado de Texas. Primero, en noviembre del ‘36 en San Antonio, y luego en 1937 en Dallas. Algunas de estas grabaciones fueron editadas en formato 78 RPM en 1937 y 1938 por el sello Vocalion y no volvieron estar disponibles hasta 1960. En ese año. Columbia records compró los derechos de la obra y lo editó en 2 albums: “King of the Delta Blues” y “King of the Delta Blues Vol. 2”. Fue en esta época cuando Eric Clapton, Jimmy Page, Los Rolling Stones, y varios músicos del blues rock británico descubrieron la música de Robert Johnson, lo que les abrió una puerta impensada hasta entonces. Finalmente en 1990 los 41 tracks (las 29 canciones con varias retomas) fueron editadas en la caja “The Complete Recordings”.*
Foto carnet |
Hay algo para contar de cada uno de los 29 tracks. Por ejemplo, en “Sweet Home Chicago” Johnson crea lo que podríamos considerar el primer estribillo pegadizo del pop ...”Oh baby don't you want to go, back to the land of California, to my sweet home Chicago” Dicho sea de paso, Robert Johnson sueña con un lugar maravilloso, y sitúa erróneamente a Chicago en el estado de California. “Come on in My Kitchen” es una de las grabaciones con mas alma, o como dicen en el norte, “soulful”. El slide, los susurros en medio de la canción, los silencios, todos estos condimentos la convierten en una interpretación estremecedora. “Hell Hound on My Trail” puede ser una de las performances vocales más expresivas. En ella la guitarra tiene algunas disonancias agudas que crean un clima perfecto para reflejar la frase principal de la canción: “I’ve got to keep moving…with a hellhound on my trail.”
Entre otros temas de esta célebre lista, se encuentran joyas como "Rambling On My Mind", "Terraplane Blues", "I Believe I'll Dust My Broom" (Elmore James construyó su carrera usando esta canción como cimiento), "Stop Breakin' Down", "Love In Vain" (ambas versionadas por los Stones), "I'm A Steady Rollin' Man"; así como también otras menos conocidas como "From Four Till Late", "When You Got A Good Friend", y "Last Fair Deal Gone Down".
Robert Johnson podía tocar los bajos, la guitarra rítmica, la guitarra líder, el slide, y cantar al mismo tiempo a un nivel que nadie ha sido capaz de igualar. “Preaching blues (Up jumed the devil)” es un claro ejemplo. Es una locomotora que frena solo al llegar el final. Que quede claro: no estamos ante un campesino que tocaba bien la viola y hacía letras originales. Era mucho más que eso. Era un profesional, un genio, un tipo que cambió la historia de la música de una manera que tal vez nunca lleguemos a dimensionar del todo.
En cuanto a su muerte, la historia que más se conoce es que el esposo de una chica con la que Johnson estaba coqueteando le ofreció whisky envenenado. La leyenda del blues, Sonny Boy Williamson, dijo alguna vez haber advertido a Johnson de nunca tomar de una botella abierta con anterioridad. Robert Johnson murió 3 días después, el 16 de agosto de 1938 a los 27 años de edad.
Gibson L1 |
Un hombre y su guitarra. De eso se trata esta obra. La leyenda no debe quedar jamás por encima de la música. Sus canciones, sus letras, su técnica guitarrística, su voz, y su sonido único deben permanecer por encima de todo. Aún hoy la experiencia de escuchar sus canciones es increíblemente fluida e innovadora. La frase que le aplicamos por estas tierras a Carlos Gardel, tranquilamente encaja en el caso de Robert Johsnon…”Cada día, canta mejor”. Por eso, no lo dudes, y Escuchate Esto!
Te felicito por el blog, es de lo mas completo que he visto, muy interesanta y con DISCOS!!! que madre mia, gracias y abrazo
ResponderEliminargracias Lucas por la visita y el comentario
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