“Respect" había sido uno de los temas más poderosos del gran Otis Redding, aunque viéndolo desde el punto de vista de los charts y las ventas, fue un éxito modesto para Stax Records en 1965. La versión de Otis era poderosa desde su compás de 4/4 llevado adelante por ese paladín del groove llamado Al Jackson Jr. pero, para ser honestos, carecía de las sutilezas que nos aportaría la relectura hecha por Aretha Franklin en 1967.
Tanto se ha escrito y dicho sobre esta canción, probablemente la más icónica de todo el catálogo de Aretha -e incluso del soul-, que resulta todo un desafío aportar una mirada nueva u original acerca de ella. Por eso, siempre es valioso poner la lupa sobre esas singularidades que la hacen única, pequeños detalles que aportaron los músicos que participaron de su grabación y contemplar cómo se fue construyendo ese castillo que representa uno de los mas grandes clásicos de la música contemporánea.
Por ejemplo, ese sencillo pero eficaz lick de guitarra que aporta Chips Moman apenas comienza la canción. En los primeros 10 segundos, Moman pone su cuota de soul de Memphis por encima de esa alfombra mágica que con solo dos notas le despliega la sección de vientos comandada por el legendario King Curtis y la base rítmica que proveen el bajo de Tommy Cogbill y la batería de Roger Hawkins. Puro sonido Muscle Shoals de Alabama. Tanto Moman como Curtis no solo se destacaban por su destreza como ejecutantes, sino también por su fino oído como productores, y la participación de ambos en esta sesión fue vital.
Luego de ese inicio mágico, suficiente para que esa banda soñada establezca el groove, Carolyn y Erma Franklin le abren la puerta a su hermana Aretha con un simple “hu!” y miren, aquí viene Lady Soul y suena enojada. Trabajando en el piano de la sala familiar en su casa de Detroit en ese frío invierno, Carolyn, Erma y Aretha habían cambiado la perspectiva de la letra original de Redding dando ahora un nuevo protagonismo a esa mujer que no tiene problemas en hablar de sus necesidades.
Alguna vez se habían puesto a pensar qué sería de esta canción sin ese solo de saxo tenor? Cuenta la leyenda que King Curtis y Charlie Chalmers, los dos saxofonistas de la banda, lanzaron una moneda al aire para decidir quién estaría a cargo del solo sobre ese puente en la mitad de la canción. Curtis ganó y cumplió con su trabajo. Y vaya si cumplió! En los ocho compases que tenía asignados, sólo 16 segundos, electrizó a millones de personas, y lo sigue haciendo cada vez que alguien escucha “Respect” en su versión original. No era la primera vez que pasaba. Ya en 1958, el imparable solo del texano Curtis Ousley (tal su verdadero nombre) en “Yakety Yak" de los Coasters había llevado la canción al número 1, el primero para Atlantic Records. Curtis era también uno de los hombres fuertes de Jerry Wexler para seleccionar músicos y armar sesiones para Atlantic Records.
Y llegamos al estribillo de "Respect", algo que representa mucho más que la frutilla del postre, hablamos de un elemento esencial para uno de los objetivos principales que persigue la canción: convertir una queja machista en la demanda de una mujer.
El apodo familiar de Aretha se cuela a los 1.40 del tema (¡Ree-Ree-Ree-Ree-Ree-Ree-ReeSPECT!) mientras todo se detiene unos segundos después para que la Reina deletree el título, por si acaso no nos había quedado claro aún. Y definitivamente algo que ayudó a dar forma a la canción, ese pegadizo "sock-it-to-me-sock-it-to-me-sock-it-to-me" en semicorcheas.
Por lo que se sabe, los coros fueron grabados por Carolyn y Aretha después de haber registrado las pistas básicas y se suele mencionar que Erma también participó, aunque algunos de los músicos que participaron de la sesión, solo recuerdan haber visto a Carolyn grabando en New York. El registro de sesiones de Atlantic, por ejemplo, acredita a las coristas como Aretha, Carolyn "y otros".
Entre la legendaria –y caótica- sesión de Fame, Alabama, del 24 de enero para “I Never Loved a Man”, ese día que Aretha encontró su sonido, y estas de febrero en New York, en cinco días de trabajo en total, se produjeron esas ocho canciones, entre las que aparecen sus más icónicas ("Respect", "Natural Woman", "I Never Loved a Man", "Dr. Feelgood", "Do Right Woman, Do Right Man"). El disco “I Never Loved a Man” fue editado el 10 de marzo de 1967 y producido para Atlantic Records por Jerry Wexler.
Según Wexler, cuando le hizo escuchar a Otis Redding la versión de "Respect" por Aretha, Otis sonrió y dijo “esta chica me ha quitado la canción. Ya no es mi canción. A partir de ahora le pertenece a ella”. Luego le pidió que la volviera a poner una segunda y una tercera vez. Otis nunca dejó de sonreír mientras la escuchaba.
Tres tomas, dos horas, eso es todo lo que hizo falta para dejar a Aretha Franklin y a este grupo de músicos para siempre en la historia con una de las canciones más grandes que escuchaste en tu vida.
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