martes, 7 de febrero de 2023

Barbara Lynn: La emperatriz de la Costa del Golfo por Bar MamÄfriK

Este texto fue escrito por Bar MamÄfriK y publicado en la segunda edición de la revista Pagina Negra. Muchas gracias Bar por compartirlo! 

 Barbara Lynn nació en 1942 en Texas, Estados Unidos, y desde chica mostró una notable facilidad para la música, primero con el canto, luego en el piano y por último en la guitarra, instrumento que la marcó a fuego al punto de pasar a ser una nueva extremidad en su cuerpo. La niña simplemente no podía separarse de su viola. A su entusiasmo por desmenuzar cada sonido del instrumento, se sumaba el hecho de que era zurda, por lo tanto debía practicar mucho más. Cualquier lugar y momento eran apropiados para ponerse a sacar los primeros blues y rhythm and blues que se escuchaban en la radio familiar.

Después de presentarse en varios concursos de talentos, en su adolescencia funda su primer banda, “Bobbie Lynn and her Idols” íntegramente conformada por chicas, motivo que les dio cierta fama en su ciudad, aunque debían tocar a escondidas en bares y clubes, por temor a ser expulsadas del colegio.

En uno de esos shows, Barbara conoce al  cantante Joe Barry y al productor Huey P. Meux, que la llevan a grabar a New Orleans, previa autorización de sus padres. Es así como nuestra protagonista sienta un precedente único en la época: ser la primer mujer afroamericana en lograr un numero uno con un tema debut, “You’ll lose a good thing”, compuesto por ella misma, con arreglos y producción conjunta con Meux. Les puedo asegurar que en el 1962 yanqui no era solo un suceso para las listas de rhythm and blues (prácticamente copadas por artistas negros), sino que además conquistó el top ten de las listas pop. Todo un bombazo musical, cultural, y porque no, político. Una proeza para “the chick with the guitar” de acuerdo a la mirada condescendiente de algunos músicos, en su gran mayoría varones. Es que la muchacha presentaba un ataque múltiple al ego de estos señores: era joven, dotada y negra (como diría Nina) y además componía, arreglaba y cantaba todas sus canciones, y la descocía tocando la viola con su mano izquierda.

Gracias a la repercusión de su primer disco a principios de los 60, ya estaba inmersa en la vanguardia de la música R&B y es así como se ganó el apodo de “La emperatriz de la Costa del Golfo”.

Barbara Lynn se caracterizó por un estilo que iba más allá de su “hot guitar”, sus composiciones eran originales y aunque en su mayoría trataban temas de amor, se permitía ir un poco más allá con canciones de aceptación, como “I am a goodwoman” u optimistas como “What’d I say”. Aun sin ser una prodigiosa en la voz, tenía una presencia tanto vocal como escénica, cautivantes.

Debido a esta maquinaria inagotable de hits, el reconocimiento y la fama pronto aparecieron, comenzó a codearse en giras con la mayoría de los ídolos musicales de la época: Smokey Robinson, Sam Cooke, James Brown,  Stevie Wonder, Marvin Gaye y muchísimos más. Por supuesto que cada vez que uno de sus singles lograba un éxito, su presencia estaba en todos los programas musicales de la TV, que en ese entonces eran la única galería para llegar a todos los hogares norteamericanos. No es un dato menor que sus canciones fueron versionadas por gigantes como Aretha Franklin, que llevó a la masividad absoluta a “You’lll lose a good thing” y también The Rolling Stones, que hicieron lo propio a nivel mundial con “Oh baby (we got agood thing going)”.

Pero toda esta vorágine musical, los casi 10 años de carrera, los 3 discos, decenas de singles y las giras se terminarían de forma abrupta cuando a principios de los 70 decidió casarse y formar una familia. Además del mandato familiar, lamentablemente tan aceptado en esa época, se sumó la escasa promoción que estaba teniendo de parte de su sello discográfico Atlantic Records, circunstancias que la llevaron a tomar la decisión de alejarse de la música.

Pero como decía un sabio, “cuando quedas estaqueado por un amor, es imposible elegir” (o algo así, perdón Cortázar). A pesar de desarrollarse como una gran madre y esposa, para Barbara no era una cuestión de elección, ese rayo que le partía los huesos cuando interpretaba su música, ese fuego interno nunca pudo ser apagado del todo. Tuvo algunas apariciones en vivo durante los 70 en Los Angeles, (su nuevo lugar de residencia) y en los 80 editó un disco en vivo, producto de una gira por Japón. En la década del 90 enviuda y vuelve a su Texas natal, donde de a poco comienza a retomar su carrera musical.  Claro que la industria había cambiado y los 4 álbumes que lanzo entre 1993 y 2004 no tuvieron la repercusión de antaño.

A pesar de que los grandes titulares de la historia del rock prácticamente la hayan olvidado, Barbara Lynn sigue vigente, es constantemente reconocida con numerosos premios por su trayectoria y su inmenso aporte al rhythm and blues, al blues y al rock n’ roll, y es sampleada por las nuevas generaciones que continúan su legado. Atenti al sampleo de Moby en su disco “18”. N es extraño verla en algún escenario contando anécdotas con sus hermosos 80 años, cantando viejos hits y punteando su guitarra con esa zurda infernal.

Recomendamos el documental “I am the Blues” (DanielCross / 2015)

Autora: Bar MamÄfriK


 
Publicado originalmente en el #1 de la revista Pagina Negra

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