martes, 10 de junio de 2025

Sly Stone - 1943 - 2025

Solo cuatro años después que los Beatles y los Rolling Stones hubieran aparecido en blanco y negro en el Ed Sullivan Show, Sly and The Family Stone parecía llegar de otro planeta y aterrizaba en el show televisivo más visto en el mundo. Sly apareció con un peinado afro que entonces se salía de la norma gritando “Dance to The Music!”, el título de su gran hit y su manifiesto, acompañado por “Everyday People”, una nueva canción. Al finalizar el show, Sly agradece por dejarnos ser nosotros mismos. Los primeros días del Movimiento por los Derechos Civiles estaban dando paso a métodos más radicales, y en Oakland, no solo aparecía Sly Stone, sino también el Black Panther Party. San Francisco se iba constituyendo como la meca de la contracultura.


Su sonido era como una locomotora, una especie de salvajismo contenido cuyo comentario social lo hacía importante y conmovedor, con un contexto espiritual. Sly mezclaba géneros y sonidos de la forma en que ahora utilizamos el sampleo, solo que el lo hacía con una banda en vivo. En 1971, la situación era muy mala, pero él dominaba la oscuridad con una alegría inquebrantable. Un genio a la altura de Bach o de Ellington.

Booker T. Jones

Cuando sus pares describen el impacto que Sly Stewart tuvo en la música popular, casi nunca exageran. En una carrera compuesta por seis álbumes editados entre 1968 y 1974, su banda, Sly and The Family Stone, anticipó prácticamente todas las tendencias de la música para las décadas subsiguientes. 

Sylvester Stewart y su familia habían formado parte de la migración posterior a la Segunda Guerra Mundial que llevó a masas de población afroamericana desde Texas y Luisiana hacia el Oeste, a California. Su vida musical había comenzado en la iglesia y más tarde se consolidó como DJ en la radio KSOL y produciendo canciones para otros grupos de la Bay Area de San Francisco dentro del sello Autumn Records.

Por consejo de uno de sus profesores, en 1966 dejó de estudiar música en la universidad y se propuso formar una banda con los mejores músicos disponibles, sin importar nada más. Así formó un grupo con su hermana Rose en teclados y su hermano Freddie en guitarra, junto a Cynthia Robinson en trompeta, Jerry Martini en saxo, Greg Errico en batería y Larry Graham en bajo. En el medio de esa tormenta que era el Movimiento por los Derechos Civiles, este septeto fue una unión que anunciaba las posibilidades de la integración. Probablemente una de las claves para lograr ese sonido único haya sido aquello que se evidencia apenas se posa la mirada sobre la banda: el grupo estaba compuesto por personas blancas y personas negras, mujeres y varones. Una grupo único, optimista, explosivo, rockero, funky, psicodélico y virtuoso, todo al mismo tiempo, y liderado por un auténtico genio musical. Nunca alcanzan los adjetivos. Simplemente ninguna banda había sonado así antes. Casi de inmediato firmaron con Epic Records.









Como banda en gira, se habían enfrentado al racismo en muchos de los lugares donde actuaron y eso lo explicaban en “Underdog” (1967), una de sus primeras canciones importantes. Desde su perspectiva como afroamericano, Sly explicaba las dificultades de tener que esperar un trato justo y expresaba en su letra que no te dejan olvidar que eres el desvalido y tienes que ser el doble de bueno.

Luego del tremendo éxito que representó “Dance to the Music” gracias al cual las luces del mainstream se posaban sobre ellos, en 1969 editaron “Stand!”. Además de la que ponía título al álbum, la banda salía con su canción más explícitamente política: “Don't Call Me Nigger, Whitey” no me llames negro, blanquito, que expone su posición ante el tema del racismo, el maltratar al otro por su color de piel no resuelve nada.

Don't call me nigger, whitey

Don't call me whitey, nigger

Well, I went down across the country

And I heard two voices ring

They were talkin' funky to each other

And neither other could change a thing

No me llames negro, blanquito, no me llames blanquito, negro. Crucé el país y oí dos voces resonar, se hablaban con tono sucio y ninguno de los dos podía cambiar nada. “Don't Call Me Nigger, Whitey” por Sly and The Family Stone

“Stand!” es un álbum político, pero también positivo e innovador y “I Want to Take You Higher” tal vez sea el mejor ejemplo de ello, una experiencia sonora completamente nueva y estimulante. Esta forma de entender la música había sido alimentada por el pasado de Sly como DJ y productor. Motown, Aretha, The Staples Singers, Bob Dylan, James Brown, Ray Charles, todo eso integraba su paleta sonora, por lo tanto, difícilmente una canción como “Everyday People” podría haber sido grabada por otro músico. Tenemos que vivir juntos pide y resume su Misión como músico y letrista. No teme entrar en detalle acerca de la realidad del racismo, pero es optimista: You can make it if you try, puedes conseguirlo si lo intentas.

Aunque la música hablaba de optimismo, animaba a la justicia y a la positividad, por dentro Sly se estaba desmoronando. Hay una presión -o una carga- que por eso la llamamos “la carga del genio negro”[1], una carga cuando uno se pone en esa posición en la que a menudo tiene que dar las soluciones o las respuestas a por qué la sociedad es como es. Lo que acaba ocurriendo es que cada vez que se presiona a Sly para que demuestre su negritud, cuanto más éxito obtiene, su única respuesta es crear música más negra. El pináculo de ello será “There's a Riot Goin' On”, probablemente su más doloroso trabajo como creador.

Questlove

En el festival de Woodstock, Sly and The Family Stone parecían ser la banda más grande del planeta y en los años que siguieron a la caída de los ideales del flower power, llegaría el álbum “There's a Riot Goin'On” (1971), un gran éxito con letras muy personales. En el contexto político de la Guerra de Vietnam, la comunidad afroamericana había obtenido el derecho al voto pero la legislación política seguía reflejando el racismo sistémico en muchos aspectos. “Family Affair” es la pieza central de “Riot…” y es el polo opuesto de sus éxitos anteriores. Sly se convertía en el pionero del hágalo todo usted mismo tocando el bajo, los sintetizadores, la batería, el teclado y la guitarra, además de ocuparse de la producción de todo el disco. En particular, la caja de ritmos Maestro Rhythm King MRK-2 aportaba un sonido funk fuerte y directo, combinada con el bajo tanto de Stone como de Larry Graham. El álbum cerraba con “Thank You¨(For Talking to Me Africa)”. El sonido del disco escuchado hoy, puede sonar lo-fi en algunos tramos, pero su enfoque inspiraría las innovaciones futuras de gente como Stevie Wonder, Parliament/Funkadelic, Prince o Lenny Kravitz.

La portada del disco está protagonizada por una bandera estadounidense rediseñada que representa la paz, la unidad, y a la gente de todos los colores. El plan original era incluir una bandera estadounidense roja, blanca y negra en la portada, pero con soles en lugar de estrellas sin nada más que identificara el nombre de la banda o el título del disco. Sin embargo, la discográfica decidió añadir un sticker que anunciaba “Incluye el éxito Hit ‘Family Affair’”[2]. “Riot…”, además de representar una declaración de positividad para la joven América negra, fue revolucionario y liberador para muchos jóvenes. Como dijo Nile Rodgers, ese disco me dio la posibilidad de soñar. 

Sly and The Family Stone había creado una visión alegre de la unión, la igualdad y la injusticia, al mismo tiempo que había innovado desde el sonido. Larry Graham había inventado el slap, las frases de viento de la banda eran demoledoras, sus armonías vocales eran únicas, el pulso de Greg Erricofue mil veces imitado y Sly era el Hendrix del funk llevando una bandera multirracial y multigenero. Aun desde una perspectiva opuesta, sus dos álbumes principales, “Stand!” y “There's a Riot Goin' On”, ofrecían visiones válidas del racismo y la existencia cotidiana en los Estados Unidos que quedarán como obras de arte imperecederas y documentos sociales de una época. Cuando la música suena tan fresca después de tantos años, significa que es de verdad.

 

Fuentes: 

https://medium.com/@tnimixtape/the-sanctified-funk-of-sly-the-family-stone-by-mark-anthony-neal-5ef453a1eafa

https://www.theguardian.com/film/2025/feb/13/black-genius-documentary

https://samuelburleigh.medium.com/sly-the-family-stone-from-exuberant-optimism-to-harsh-reality-a-tale-of-two-albums-ab747631b9da

https://www.normanrecords.com/records/190204-sly-the-family-stone-theres-a-riot-goin-on/reviews

https://thepigeonpress.org/reaction-sly-and-the-family-stone-theres-a-riot-goin-on/

https://www.nytimes.com/2025/02/13/movies/sly-lives-aka-the-burden-of-black-genius-review.html

https://www.theguardian.com/music/2021/dec/02/a-nations-abric-unravelling-stars-on-sly-stones-theres-a-riot-goin-on-at-50

https://whyy.org/articles/questlove-sly-stone-documentary/



[1] “Sly Lives! - The Burden of Black Genius” (2025), es documental de director Ahmir Questlove Thompson que además de contar la vida y obra de Sly y su banda, tiene como premisa entender cuál es la carga sobre los artistas negros.

[2] Una reedición del álbum años más tarde presentaba una portada bastante convencional con una foto de concierto de Sly y la banda más títulos y texto.