Recuerdo muy bien la primera vez que escuché a B.B.King, en su disco en vivo Live at San Quentin. De por sí, pensar en un disco grabado en una prisión me parecía muy salvaje. Pero mas salvaje aún me pareció el filoso sonido de la Gibson 335, alías Lucille, de B.B. Hoy en día vuelvo a escuchar ese disco y me sigue pareciendo fabuloso.
Con su padrinazgo a Pappo, tanto en el estadio de Obras como en el Madison Square Garden, y las tantas visitas que realizó a nuestro país, B.B. King dió un gran impulso al bues local. Personalmente, tuve la felicidad (nunca mejor utilizado el término) de verlo en vivo en Obras, en el Gran Rex y en su última visita, en el Luna Park.
Desde este humilde blog, va nuestro eterno recuerdo para el Rey del Blues... Let The Good times Roll !
Con su padrinazgo a Pappo, tanto en el estadio de Obras como en el Madison Square Garden, y las tantas visitas que realizó a nuestro país, B.B. King dió un gran impulso al bues local. Personalmente, tuve la felicidad (nunca mejor utilizado el término) de verlo en vivo en Obras, en el Gran Rex y en su última visita, en el Luna Park.
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